Ana María Cardona, conocida en redes sociales como La Rubia Inmoral, ha encontrado en su nuevo hogar un espacio que refleja su esencia artística y su estilo de vida único. En esta entrevista con Ciencuadras, nos cuenta cómo esta casa no es solo un lugar donde vivir, sino un refugio donde las historias, la luz natural y la creatividad se entrelazan.
“Cuando vi mi nueva casa por primera vez, pensé que era de una exquisitez estética increíble, perfecta para personas que aman las historias y tienen un sentido artístico”, comenta la también escritora. Aunque ha vivido en espacios modernos, su inclinación por las arquitecturas antiguas le hace sentir que esta vivienda es el reflejo de su propia vida, donde abraza sus grietas, sombras y el paso del tiempo.
“Esta casa me hizo ojitos desde la primera vez que la vi. Me maravillé con todos sus rincones, me puso a pensar en todas sus historias y dije ufff qué chévere sería contar una vida desde acá”, relata Ana María.
Uno de los aspectos más fascinantes de su hogar es la manera en que la luz natural se filtra en cada rincón. “Hay lugares donde el techo es transparente, y dependiendo de la hora del día, entra una luz única. Me quedo ahí, parada, simplemente recibiendo el sol”, cuenta Ana. Después de vivir en un apartamento frío, ahora La Rubia disfruta de un hogar cálido, acogedor y lleno de claridad.
La decoración es un reflejo de la personalidad de la creadora de contenido, quien nos confiesa entre risas que sus amigos la consideran la persona “más impráctica para comprar muebles” y preferir el diseño. Su mueble favorito es una silla blanca en curva de “folies” (término francés traducido como locuras), que describe como una obra de arte en la que nadie se sienta, pero que ella ama profundamente.
Si estas paredes hablaran, gritarían el estilo de vida de Ana María: uno excéntrico y amoroso. “Lleno de pelos de mis bebés perrunos, con muchos libros, mucho vino y comida”, asegura la influencer.
Y es que la estética de La Rubia Inmoral se caracteriza por el “más es más”, por lo menos en lo que concierne a sus muebles, pero evita atiborrar los lugares con muchas cosas. Su prioridad es dejar espacio para poder bailar y que sus hijos de cuatro patas puedan correr libremente.
Es probable que los seguidores de Ana María vean más de su sala en sus próximas publicaciones. Este espacio, lleno de naturaleza y tranquilidad, se convierte en el escenario perfecto para su contenido. “El rincón que más verán será la sala, por los ventanales llenos de árboles y flores que hacen que uno piense que no está en la ciudad”, explica.
En este mismo lugar, La Rubia recibiría a tres personajes famosos, si pudiera. A la fotógrafa y fotoperiodista estadounidense Lee Miller para hablar de arte, de ser musas y artistas, de no ser buenas en nada, pero probarlo todo, de estética y de la guerra. Al médico y escritor canadiense Gabor Maté para hablar del trauma, y al artista inglés Louis Wain, en varias etapas de su vida, para hablar de la locura.
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Ana María tiene claro qué elementos brindan paz y buena energía a su hogar. “Las velas y los olores son infaltables. Tengo demasiados y los amo en todas sus presentaciones,” comparte. Para ella, estos pequeños detalles son esenciales para crear un ambiente acogedor y equilibrado.
Con su estilo único y su enfoque poco convencional, Ana María Cardona convierte su hogar en un espacio lleno de vida, luz y arte, donde cada rincón cuenta una historia. Ciencuadras, cuadra todo.
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